¿Eres un artista que busca contratar a un productor musical, o un productor que desea asegurar sus derechos y ganancias al trabajar con sellos y artistas? Un acuerdo de productor musical es esencial para proteger a ambas partes y definir sus roles en el proceso de creación musical. En esta guía, abordaremos todo lo que necesitas saber: desde los tipos de productores y las cláusulas típicas hasta cómo se estructuran los pagos y regalías.
Un productor musical es un profesional que supervisa el proceso de grabación, combinando visión creativa y habilidades técnicas para producir la mejor canción, EP o álbum posible. El productor actúa como director y gestor, y sus tareas incluyen:
En algunos casos, los productores solo se encargan de ciertos aspectos de la música, como la creación de una pista, mientras que otros gestionan el proceso completo de producción.
No todos los productores desempeñan el mismo rol. Aquí hay una breve descripción:
En algunos géneros, como el pop y el hip-hop, puede haber varios productores en una sola pista, como un productor de pista (creación de pistas instrumentales) y un productor de voz (manejo de voces y arreglos).
Un acuerdo de productor musical protege tanto al productor como al artista o sello discográfico, asegurando que los derechos, regalías y responsabilidades de todos estén claros. Sin uno, se corre el riesgo de malentendidos sobre pagos, derechos de la canción y más. Aquí está el porqué es fundamental:
Por ejemplo, Carla, una artista, contrata a Pablo para producir su sencillo. Acordaron un pago de $1,500 y un 3% de regalías en ganancias futuras de la canción. Este acuerdo define el pago, el crédito de Pablo y el alcance de su trabajo, protegiendo a ambas partes.
Entender las cláusulas principales en un acuerdo de productor musical es esencial para garantizar términos justos. Aquí tienes un desglose de las cláusulas clave que todo acuerdo debe incluir:
Los ingresos de un productor pueden incluir una combinación de anticipos, honorarios fijos y regalías. Aquí un vistazo a los diferentes tipos de estructuras de pago:
Los mezcladores (mixers) fusionan las diferentes partes de una canción para que suene perfecta. Normalmente, reciben un pago único, pero los mejores mezcladores también pueden obtener regalías similares a las de los productores.
Los mezcladores (mixers) en Estados Unidos suelen ganar entre $3,000 y $5,000 por pista. Los de primer nivel, especialmente en pop, pueden llegar a ganar $12,500 o más, y en hip-hop, donde los remixes son comunes, pueden cobrar entre $30,000 y $50,000 por remix.
Algunos mezcladores (mixers) reciben regalías, generalmente alrededor del 1%. En géneros como urbano, pop y hip-hop, los mezcladores pueden ganar hasta un 2% por sus remixes, según su reputación y capacidad de negociación.
Una LOD es una solicitud formal que permite a las disqueras pagar directamente a los productores, asegurando su ingreso sin importar el estado financiero del artista con la disquera. Sin ella, los productores corren el riesgo de retrasos o pagos perdidos, especialmente en proyectos de alto presupuesto.
La Ley de Modernización de la Música también apoya a los productores al permitirles cobrar regalías de SoundExchange por trabajos grabados antes de 1995, incluso sin una LOD, si el artista no es localizable.
Trabajar sin un contrato puede exponer a los artistas a gastos imprevistos y disputas legales. Por ejemplo:
Cuando un artista está firmado con una disquera, la cláusula "all-in" significa que el artista paga los honorarios del productor de su propia parte. Así es como funciona:
Este acuerdo significa que el productor se paga incluso si el artista no ha recuperado su adelanto.
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